lunes, 3 de agosto de 2020

EL IMPERIALISMO

GUIA 1: 
IMPERIALISMO DEL SIGLO XIX

Imperialismo es una doctrina, conducta, tendencia o sistema de aquellos regímenes que desean expandir su dominio hacia otro u otros territorios a través de la fuerza (tanto militar como política o económica).

Un Estado imperialista, por lo tanto, desea imponerse sobre otros países y ejercer su control. Se trata de naciones que tienen una gran fuerza y que no dudan en utilizarla, ya sea de manera directa o indirecta, sobre los más débiles.
La noción moderna de imperialismo surgió a partir del siglo XIX para nombrar al proceso de crecimiento económico llevado adelante por las potencias europeas. Estos países comenzaron a conquistar tierras y a crear colonias en diversos continentes con la intención de acceder a las materias primas y de encontrar nuevos mercados para sus productos.
Como decimos, la búsqueda por parte de las distintas potencias de materias primas para continuar con su crecimiento en plena fase de la Revolución Industrial parece ser, según los historiadores, que fue la principal razón que dio lugar a este fenómeno del Imperialismo. Entre los países que más ejercieron el mismo destaca Gran Bretaña, que se situó al frente del mismo y que consiguió tanto tener colonias como anexionar territorios en lugares como Asia o África.

A fines del siglo XIX, el concepto empezó a usarse para hacer referencia al dominio económico que ejercen los poderosos sobre los países más pobres. 
Este imperialismo, por lo general, no requiere el uso de la fuerza bélica, sino que se ejerce a través de presiones políticas y económicas. Por ejemplo: una potencia se compromete a prestar dinero a un país periférico siempre que éste dicte leyes favorables a sus empresas.

El imperialismo intenta justificarse por diversas causas: desde demográficas (la intención de incrementar la superficie de la nación) hasta económicas (para satisfacer las necesidades propias), pasando por motivos propios de la ciencia (como el deseo de investigar en otros territorios.

Y todas ellas sin olvidar tampoco que existen otras causas de gran importancia como pueden ser las técnico-políticas y las estratégicas. Es decir, el imperialismo se fue desarrollando y extendiendo también porque los gobernantes necesitan nuevos territorios para olvidar la pérdida de otros, para contar con puntos estratégicos en sus rutas comerciales y también para poseer enclaves que les sirvieran para desarrollar una importante defensa desde un punto de vista militar.
Entre las consecuencias más importantes del fenómeno que nos ocupa hay que destacar la pérdida de valores tradicionales culturales, un proceso de proletarización en la sociedad de 

El Nuevo Imperialismo o neoimperialismo
 fue una política e ideología de expansión colonial e imperialismo adoptada por las potencias europeas y posteriormente por Estados Unidos y Japón desde fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX, aproximadamente desde la Guerra Franco-Prusiana (1870) hasta comienzos de la Primera Guerra Mundial (1914). El calificativo de "nuevo" es para contrastarlo con la primera ola de colonización europea desde los siglos XV al XIX y con el imperialismo en general. Se caracteriza por una persecución sin precedentes de lo que ha sido denominado "el imperio por el imperio mismo", una agresiva competición por la adquisición de territorios de ultramar acompañada por la emergencia en los países colonizadores de doctrinas de superioridad racial que negaban la capacidad de los pueblos subyugados para gobernarse en ellos mismos.

Como hacia 1880 la mayor parte de África todavía estaba sin ocupar por las potencias occidentales, ese continente se constituyó en el principal objetivo de la "nueva" expansión imperialista, dando lugar al llamado "Reparto de África". Dicha expansión también tuvo lugar en otras áreas, notablemente en el Sureste Asiático y las regiones marítimas del Este de Asia, Japón se unieron a las potencias europeas en el reparto territorial.

CAUSAS ECONÓMICAS. Las crisis económicas de la segunda mitad del siglo XIX provocaron que la mayor parte de los Estados europeos adoptaran políticas proteccionistas que dificultaban la colocación del exceso de producción en otros países europeos. Las necesidades de aprovisionamiento de materias primas o la exportación de mercancías y de capitales de las economías occidentales originaron la organización y explotación de los nuevos territorios.

CAUSAS POLÍTICAS. La política de prestigio, reforzada en buena medida por las ideas nacionalistas, conducía a una presencia más activa y determinante a escala internacional. Se consideraba de segunda fila a una nación sin colonias.
Además, hay un deseo de compensación por desastres bélicos. Ejemplos claros son Francia, humillada en la Guerra Franco-prusiana: España, que había perdido las colonias americanas, o Italia y Alemania, que se consolidaban como naciones independientes.
Por otra parte, se empezó a dar importancia a los intereses estratégicos: a asegurar las grandes rutas de navegación y de circulación terrestre, dado su interés comercial y militar, y evitar que los países rivales consiguieran zonas consideradas vitales para la propia expansión.

CAUSAS IDEOLÓGICAS. El hombre europeo que se siente orgulloso y superior, se siente llamado a una misión civilizadora e incluso evangelizadora, de la que se cree responsable históricamente, lo que Kipling llamó "la abrumadora tarea del hombre blanco

CAUSAS DE CARÁCTER DEMOGRÁFICO. Se está produciendo un aumento demográfico en Europa, estamos en la fase mayor de la transición demográfica, por lo que la colonización supone una válvula de escape para mitigar problemas sociales. Para esta movilización en masa fue fundamental la existencia de nuevos medios de transporte.

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Deberes y derechos constitucionales

Tomado de: https://youtu.be/jJtYDWvkRn0